lunes, 9 de abril de 2012

aquí, sin más.

El sonido del hielo entretiene mis sentidos. Tranquilo en mi terraza siento la paz de un tiempo que normalmente me falta. Con el portátil en la mesa voy escribiendo poco a poco, me tomo mi tiempo, para volver a expresar en líneas la tranquilidad que siento. Comencé a escribir con la luz que nos iba dejando el sol al despedirse, ahora la pantalla brillante de este frío pero inseparable artilugio toma fuerza y protagonismo en una noche que parece mentira después de unos días de lluvia, de sábanas suaves y mejor compañía debajo de ellas... Llevaba tiempo sin sentirme así de libre, no estoy encadenado a nada y por otro lado es cuando más cerca de alguien me siento.

Todas las luces de la ciudad se van distinguiendo en la oscuridad, las ventanas de edificios lejanos, la luz de seguridad de una grua, las primeras estrellas que me saludan... El hielo se ha desecho, una canción en Cadenca Cien de fondo... como casi siempre.

Ya hemos colgado... escucharte pone la guinda a un momento único por su sencillez. Ya es de noche y yo he sido testigo de su caricia al echarse sobre nosotros...

Aquí, sin más... pero.. se necesita más¿?

El crujir de un hielo acompaña un atardecer en el que una vez más suena de fondo música... las luces de la ciudad van tomando el control del atardecer mientras yo disfruto de un tiempo que normalmente no tengo. No escribo seguido, escribo según me apetece... la pantalla del ordenador cada vez brilla con más fuerza en una noche abierta de la que yo soy testigo... Testigo de cómo una oscuridad cálida nos acaricia con su llegada... Algo tan tonto que sucede todos los días y no tenemos tiempo para pensar en ese fenómeno tan fascinante, disfrutar de los colores de las nubes, sus formas que se van perdiendo en la oscuridad pero que en el fondo siguen estando ahí, continuando su viaje empujadas por la brisa...

El escuchar tu voz ha sido un soplo de fascinante realiad y al mismo tiempo de ilusión... que ha puesto la guinda a un momento mágico por su sencillez...

Tengo sobre mi una noche cerrada, el ruido de un avión, la compañía lejana de aquell@s que sé que siempre están y estarán. Un momento que termina en este instante pero gano un recuerdo que perdurará siempre...

miércoles, 29 de febrero de 2012

¿Confías?

Aquella película en la que salía un genio de una lámpara… aquel ladronzuelo convertido en príncipe que desde una alfombra mágica tendía una mano a la princesa y mirándola a los ojos y sonriendo preguntaba “¿Confías en mí?”… Siempre me encantó esa escena de Aladín. Se veía la confianza en uno mismo para pedir que confíen en él… Puede parecer una estupidez pero el que alguien deposite en ti una confianza incondicional es uno de los mejores tesoros que se puede tener…

De todas formas a estas alturas de la vida (corta aun, pero si, a estas alturas...) con un soplido casi imperceptible se nos escurre de las manos la confianza en alguien y hacen falta auténticos tornados para poder volver a levantarla.

jueves, 5 de enero de 2012

Rompe la libertad contra el amargo recuerdo.
Vibro con cada moviento de la espontaneidad...
No quiero grandes lujos, soy hombre más de amar...

Desde niño soñaba con peleas que ganar
Cuando la misma vida es una batalla sin igual.
Dentro de mi sueño con aquella bicicleta corria,
Saltaba y me caìa, siempre para volverme a levantar!!

Vuelvo a correr por campos dorados,
sentarme en las piedras que recuerda mi memoria,
respirarlo todo, contarlo, compartirlo, escuchar otras historias...
conozco almas nuevas que llenan noches de sonrísas.

No hay màscaras, no hay mentiras. sólo una intensa sintonìa.
Te miro y sé que miras, sin mirarme sabes que te miro,
nace el juego sincero y divertido... y mientras, yo te escribo...

vivo rugiendo en cada día la fuerza que me guìa,
si peleo es por un sueño y siento el dìa a dìa.
la vida es un juego, una loterìa, yo apuesto sin dinero,
apuesto... por vivirla!!