jueves, 26 de febrero de 2009

Un poco de todo...

Soy consciente del gran parón invernal… no por ningún motivo aparente pero supongo que he sido presa de la pereza pasajera que a todos nos pilla de vez en cuando. (Además he estado súper liado, se que no es excusa pero ha sido así).

También aprovecho para dar las gracias por su empujoncito a esas personas que me han dicho en algún momento “ey, qué pasa que llevas un montón de tiempo sin publicar nada??” gracias por vuestro interés y ánimo de verdad. (gracias Ana, gracias Eli).

No sabía muy bien sobre que hablar por que hay varias cosas que me gustaría plasmar o contar. El otro día por ejemplo leí una frase que me gustó bastante, una frase de esas que te hacen pensar y mascullas… “joder que gran verdad” la frase de marras era la siguiente “Si buscas una mano que te ayude búscala al final de tu brazo”. Puede que sea la típica frase que mucha gente conoce desde hace tiempo pero en mi caso particular me topé con ella hace bien poquito. La leí en un momento en el que estaba un poco mosca con varias cosas y te viene como anillo al dedo, ya que te sientes totalmente identificado. Esta frase la leí en el nick de una amiga (gracias Conchi) y comentamos durante un par de líneas la gran verdad que representaba.

Me encantaría hablar un poco del viaje a Punta Cana, de la sensación de bucear con bombona de oxígeno en el caribe por que realmente fue una experiencia increíble, y más cuando nunca lo has hecho y la primera vez que lo haces es sobre una barrera coralina llena de peces… Más increíble me pareció cuando el coral cae 100 metros de profundidad y cuando miras para abajo sólo ves oscuridad y piensas “va a venir un calamar gigante y me va a comer”. De todas formas con lo que me quedo del viaje que hicimos a la República Dominicana es con la gente que conocimos, los momentos de risas con dos de mis mejores amigos, esos momentos en los que piensas “chicos, este es nuestro viaje, estamos aquí los tres y somos amigos joe”.

Por último hacer una pequeña referencia a lo que nos ocurre con mucha gente, que prejuzgamos a una persona sin conocerla. ¿Cuántas veces no te ha parecido una persona de lo más legal y luego resulta que no? O viceversa, quien pensabas que no tenía nada interesante resulta que tiene mucho más en su interior de lo que pensabas…
Señoras y señores, a la gente hay que conocerla por que en cualquier momento pueden pensar de nosotros que somos unos perfectos gilipollas… (gracias otra vez Ana por recordarme algo tan importante).