ALFONSO PASAMONTES NAVARRO

Aquí estás, para ninguno de nosotros te has ido. Estás y siempre estarás. Desde que te conocí me hiciste feliz, desde aquel día llevándome con vosotros al Planetario... así que es de justicia, por aquello y por todo lo que hiciste desde entonces, decirte GRACIAS. No pudo haber mejor recuerdo para ti que el que se le ocurrió a mi hermana Eva: "GRACIAS POR HACER TAN FELIZ A ESTA FAMILIA",de la que tú eras, eres y serás, un pilar clave y fundamental. No se generó debate, no hubo duda, era un resumen tan breve como cierto y que encerraba en esas palabras 30 años de felicidad a tú lado. Nos cuesta a todos pensar que físicamente no estás, nos cuesta ya que estás grabado a fuego en mente y alma y son dos tozudas que nos traen tú visita continuamente. Es pronto y aún recibimos esa bonita visita entre lágrimas, pero poco a poco abriremos la puerta con la alegría y paz que mereces. Si de Justicia es decir que "estás" y decirte "gracias"... más aún debe ser honrar toda tu forma de ser. Bueno, amable, tranquilo y siempre siempre dispuesto a sonreír y hacer sonreír a los demás. Anfitrión paciente cuando en un par de ocasiones invadí vuestra casa para calmar rupturas amorosas, excelente profesor cuando suspendía matemáticas, humilde pero excelente guía turístico, que siempre con un estilo inconfundible nos ampliabas conocimientos de aquello que hiciera falta si la ocasión procedía. Ahora somos más conscientes del dolor por la pérdida que de dar gracias de haber tenido la oportunidad, suerte y bendición de haber tenido a una persona como tú tan cerca. Somos como somos en gran parte gracias a ti, a todas las cosas buenas que nos aportas. Por eso estás, porque todos somos,por suerte, un poco Alfonso Pasamontes. Hemos aprendido con tu cultura, con tu manera de mirar con tanto cariño. A todos se nos pegó un poco de tú calma para afrontar las cosas y de tu humor para hacer reír... por eso siempre estarás en primera fila, siempre a nuestro lado, siempre en nosotros. En definitiva, siempre eterno.