jueves, 24 de septiembre de 2009

El café mañanero.

Reflexión rápida sobre el café que acabo de tirar sobre el teclado del ordenador de la oficina:

Qué bueno estaba! Mi primer café mañanero,
Que sin darle un sorbo siquiera me he pringado
el pantalón entero. Y asombrosamente mi teclado
sigue funcionando, más que coñazo, si se hubiera
estropeado, un rato ocioso me hubiera tirado.

Treinta y cinco centimos de café entre el pantalón
y el teclado y un grito ahogado, por que precisamente
no era un "hielo helado" todo el café que se ha derramado.

La cosa es que quemaba, la cosa es que he chillado.
Sólo me queda reirme de mi mismo, con todo mi pantalón
manchado, limpiar la mesa y ponerme a trabajar un rato.

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