miércoles, 29 de febrero de 2012

¿Confías?

Aquella película en la que salía un genio de una lámpara… aquel ladronzuelo convertido en príncipe que desde una alfombra mágica tendía una mano a la princesa y mirándola a los ojos y sonriendo preguntaba “¿Confías en mí?”… Siempre me encantó esa escena de Aladín. Se veía la confianza en uno mismo para pedir que confíen en él… Puede parecer una estupidez pero el que alguien deposite en ti una confianza incondicional es uno de los mejores tesoros que se puede tener…

De todas formas a estas alturas de la vida (corta aun, pero si, a estas alturas...) con un soplido casi imperceptible se nos escurre de las manos la confianza en alguien y hacen falta auténticos tornados para poder volver a levantarla.